Ella ama ser amada por el hombre que ella ama, por el hombre que ha cambiado sus gustos para agradarle a alguien que no estaba segura de lo que hacia, la que se confundía con sus propios sentimientos y la que no pensaba en el dolor que sentía aquel hombre cuando ella se equivocaba, pero al final regresaba siempre arrepentida.
Nunca antes nadie se había interesado en ella, nadie la había hecho sentir única, especial ni se había preocupado sinceramente por lo que sentía. Y ahora gracias a él, ella es alguien distinta.
No sabe como nombrar a las cosas que su cuerpo siente al pasar sus manos sobre su rostro, al mirar sus ojos color de miel brillar a los rayos del sol o a la luz de la luna, al olfatear el perfume que desprende su cabello rizado y sentir su aliento al acercarse lentamente a ella para posar sus labios sobre los suyos. Al morderla con delicadeza y hacer que el dolor parezca irresistible. Al tomar su delgada mano al momento de caminar junto a él recostando su cabeza sobre el hombro del chico que ELLA siempre espero.
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